A veces no kontrolo
Ayer por la tarde salí de casa dispuesta a llamar la atención de cualquier hombre o mujer que se me cruzara por delante. Esa tarde en especial estaba muy inquieta. Me puse una falda a medio muslo, bastante ligera y con algo de vuelo para que destacara la forma de mis nalgas y enseñara mis muslos desnudos, un pequeño tanga ya había sido absorbido por las nalgas, arriba solo una blusa apretada, en donde mis tetas bailan aprisionadas, aún parecían más grandes y en donde se notaban mis pezones empitonados y duros, el ombligo al aire y unas sandalias rojas con un tacón generoso. Me daba cuenta que iba pidiendo 'guerra' y que las miradas y sobre todo los dichos de aquellos extraños en la calle me llenaban de erotismo, me hacían sentir mujer, en mi barrio por sus características no era difícil encontrar algún sujeto que te mirara descaradamente y te dijera alguna grosería, incluso la diferencia de estatus social me provocaba locas ideas que resultaban en excitación, era como una donce